Charla en Venezuela
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Charla en Caracas, Venezuela (27 de abril de 2003)
Sai Ram. Estoy más que contento de estar acá. Muy, muy, muy feliz. Como dice Swami: "muy, muy, muy". Él dice que cuando uno quiere decir algo, tiene que repetirlo tres veces. Por eso Swami nos advierte, que cuando le pidamos algo, esa petición debe repetirse tres veces y esperar por Su Gracia divina. Bueno, quiero compartir con ustedes algunas experiencias que he tenido con Swami, pero sobre todo, tratar de expandirme un poco más en lo que hablé ayer durante el día en las dos charlas que tuve después del anuncio de los nuevos Comités y Consejo Central y en la charla final, sobre la esencia de nuestro camino espiritual, según Sai Baba, para que podamos reflexionar un poco más, de quiénes somos, qué estamos haciendo aquí, por qué estamos aquí y fundamentalmente, cómo debemos estar aquí. Cuando menciono estar aquí, no menciono en primera instancia en este Centro Sai. En primera instancia, la reflexión tiene que ser aquí, en el cuerpo humano. Swami dice que tenemos tres suertes al estar vivos.
Una vez tuve la oportunidad de hablar en público, antes de que Él pronunciara su discurso y dije que en realidad teníamos cuatro suertes. Le agregué una más. Y la primera es: tener un cuerpo humano. Swami dice que de las ocho millones cuatrocientas mil formas de vida que existen en el universo, la forma humana es la más difícil de lograr. La segunda suerte es la de tener este cuerpo humano, al mismo tiempo que se encuentra encarnado el Avatar. Esto es infinitamente más difícil que la primera. La tercera suerte es la de no solamente estar al mismo tiempo con un Avatar, pero conocer la existencia de ese Avatar. Ustedes saben que hay seis mil millones de seres humanos en la tierra y sólo ciento cincuenta millones o un poco más, saben de la existencia de Swami. Yo le agregué la cuarta suerte y que era, no solamente saberlo sino ser discípulo de Él. Estar siguiéndolo a Él como un Maestro Espiritual, es una suerte inmensa que nosotros tenemos que concientizar.
Una vez estaba en una entrevista. No sé si ustedes vieron la película "El Aura de la Divinidad"; en un momento aparece, en realidad es Kasturi, que habla como si fuera Swami y que dice, "que solamente hay una forma de vida humana en todo el universo". A mí siempre me causó cierta extrañeza porque cuando comencé a dar mis primeros pasos en esta historia, comencé con platos voladores; creyendo en los Ovnis y por supuesto, que dijeran en una película que no había vida fuera de la Tierra, a mí no me sonaba muy bien. En esa entrevista y no sé cómo tuve la oportunidad de preguntarle a Swami sobre este tema. Justo Swami había terminado la entrevista y se levantó para dar Vibhuti y yo me arrodillé y le dije "Swami, Swami". Ustedes saben que cuando están con Swami, uno intenta hablarle, pero eso de intentar y poder son dos cosas completamente diferentes. Sin embargo, esta vez pude expresarle a Él todo esto y no solamente expresárselo; por poco le doy un discurso. Swami cuando termina, termina. Esta vez Swami se quedó allí y me agarró muy fuerte el hombro, y a cierta distancia se quedó mirándome a los ojos. Yo le dije: Swami, hay una película, "El Aura de la Divinidad" en la que dices que hay solamente vida en la tierra y nada más. Swami me miraba y me miraba y de repente me empezó a responder. Me dijo que no era así, que todo el universo estaba lleno de vida, que no había ni un sólo átomo en el universo sin vida, incluso había vida en el sol, pero que nosotros no podíamos comprender esas formas de vida y me hablaba y me hablaba. Por momentos le escuchaba, pero por momentos entraba en los ojos de Él y me perdía, porque los tenía tan cerca. Pensaba, me está mirando, me sumergía allí, y durante todo el tiempo, pensé, qué gracia que me esté apretando tanto el hombro y fue el único segundo en que Swami sacó sus ojos de mis ojos y miró a mi hombro, para mostrarme que Él sabía lo que yo había pensado durante todo el tiempo.
Recuerdo las cuatro leyes de Swami. ¿Ustedes las conocen?
La primera es: "lo que sucede, es lo que tiene que suceder";
la segunda es: "el que tenía que venir, era el que tenía que venir";
la tercera es: "el momento en que sucede, es cuando tenía que suceder";
y la cuarta, y la más importante es: "cuando pasó, pasó".
Hay que soltarse; es una enseñanza muy importante. Swami las llama "las cuatro leyes fundamentales". Lo que sucede, es lo que tenía que suceder, no hay que lamentarse más. Estaba escrito. "Quien aparece, es el que tenía que aparecer"; "cuándo sucedió"; "cuándo terminó". Si las aplicamos en nuestra vida, vamos a dejar de lamentarnos, vamos a dejar todo, vamos a desapegarnos. En realidad, hacemos referencia al carácter; Swami habla de carácter. Y cuando habla de ello lo analiza profundamente. Él nos dice que el carácter es la unión de pensamiento, palabra y acción. Pero luego se expande un poco más y dice que es la unión de la integridad y el Dharma. Y cuando empieza a hablar de lo que es la integridad y el Dharma, entonces hay que comprender, hay que profundizar y profundizar qué quiere decir el Avatar. La Encarnación de Dios en la tierra, no pronuncia palabras en vano; no habla por hablar; cada palabra tiene un profundo significado. Lo que pasa es que nosotros leemos de corrido y es otra la forma de aprender a leer a Swami. Hay que leer despacio, hay que profundizar. Algún día, en algún viaje me gustaría sentarme con ustedes y leer un par de páginas de Swami y trabajarlas como Swami dice que hay que trabajarlas.
"Carácter e integridad". ¿Qué es integridad? Swami dice, la primera es goodness y saben lo que define por goodness: bondad, Él la define como "preocuparse por los demás". Después la segunda característica que forma la integridad es wholeness, que es un sentimiento de plenitud con moralidad; uno se siente realizado, completo, pero en esa realización es porque uno está actuando con una actitud de moralidad. La tercera es coraje, tener valor, ser bravo. Después, autodisciplina. Swami dice algo muy simple. Ser organizado. Y la cuarta, vivir de acuerdo a la voz interior, o sea, que uno debe seguir la voz interior. Para escuchar la voz interior es necesario parar el cuerpo y parar la mente, si no, no es posible escuchar.
A continuación, habla del Dharma del que todos sabemos. Podemos hablar horas y horas de lo que es el Dharma, la rectitud, que el Dharma es aquello que hace que una cosa sea lo que es. ¿Recuerdan eso? Para Swami, Dharma es aquello que hace que algo sea lo que es. Esto es fundamentalmente el Dharma. Es aquello sin lo cual, una cosa no es. Por ejemplo, el fuego si no quema, ni da luz, ni da calor, entonces no es fuego. El agua si no se mueve no es agua, si no moja, no es agua. Son las características esenciales. Entonces, la pregunta es ¿Cuál es el Dharma del ser humano? ¿Qué es aquello que hace a un humano ser humano? Esta es la pregunta que tenemos que hacernos.
¿Cuál es el Dharma del ser humano? Es el Atma. El ser humano si no es consciente de la realización de la existencia de Dios en su corazón, en realidad no es humano. Tiene forma humana, pero no está cumpliendo con su Dharma. El Dharma del humano es trabajar para sentir la presencia de Dios en su corazón. Y para Swami entonces, los tres atributos que explican el Dharma son: el espíritu, la rectitud y cuando dice de la rectitud, es hacer lo correcto, y la tercera, la ausencia de temor. Si uno tiene temor, no tiene Dharma. ¿Por qué? Porque el Dharma es estar consciente de que somos Dios. ¿Cómo puede uno, sabiendo que es Dios, tener temor? Cuando uno tiene temor, está lejos del Dharma. Esto es importante para la vida de cada uno. Nosotros, cuántas veces nos preocupamos y tenemos temor, ¡montones de veces! Cada vez que tenemos temor, que nos preocupamos, no estamos centrados, no estamos en nuestra realidad, estamos lejos, lejos, lejos, en maya; todavía estamos nadando en el mar de maya. Se los digo, para que les sirva como una especie de "alarma". Si nos surge el temor, estamos sumergidos en maya, estamos lejos de la realidad. Es como cuando uno está meditando y de repente se distrajo y empezó a pensar en cualquier otra cosa, y suena la alarma ¿a dónde me fui? Lo mismo debe ser en nuestra vida, tuve temor ¿a dónde me fui? Swami dice que el propósito de la vida es tener carácter, y entonces ¿Qué es carácter? es alcanzar la integridad y el Dharma. ¿Qué es integridad? Repito, bondad, plenitud con la moralidad, coraje, ser organizado, autodisciplina, vivir de acuerdo a la voz interior y el Dharma, el espíritu, lo que dije, el Atma, recordar permanentemente que "yo soy Atma", la rectitud, hacer lo correcto y no tener temor. Creo que cuando nosotros decimos devotos Sai es como "grande" porque yo lo que siempre quiero en todos los centros, donde tengo la oportunidad de hablar, es compartir con todos este sentimiento de hermandad. Todos estamos intentando despertar. Tuvimos esta oportunidad de aparecer en el planeta tierra, de tener este cuerpo humano, de estar vivos. Yo me preguntaba a los siete años, estoy vivo, cómo es que estoy vivo, quién soy, dónde estoy; cómo es que estoy consciente. Estamos vivos en un cuerpo humano y tenemos la suficiente madurez evolutiva como para no estar ahora corriendo detrás de los objetos de los sentidos en forma descontrolada y tener un poquito más de discernimiento para estar en una búsqueda espiritual. No vivamos un "como si". Si yo pudiera decirles de qué les quiero hablar, les hablaría solamente dos minutos y les diría: "queridos hermanos y hermanas, no hagamos un "como si"; no nos engañemos a nosotros mismos; tenemos una oportunidad increíble y gloriosa, maravillosa, donde tenemos la oportunidad de estar en un camino espiritual. Hace ya tantas vidas que venimos medio a ciegas, confundidos, como cuando uno está en una neblina total y trata de no ir muy lejos y trata de aclararse un poco mejor la vista y no tiene ni idea de hacia dónde ir. Así estábamos nosotros vida tras vida. Con una sensación de que tenía que haber algo más y ahora tenemos claramente la respuesta de qué se trata. Recuerdo cuando era chico, pensaba qué es la vida, qué pasa después de la muerte, qué es todo esto. Anhelaba que apareciera un extraterrestre de un platillo volador, que se parara delante de mí y me dijera toda la verdad. Esperaba eso, y ahora me doy cuenta que ese ser debe estar en la misma búsqueda que yo, sin conocer las respuestas, algunos un poquito más, otros un poquito menos, pero tuve la suerte en esta vida de encontrar la respuesta. Porque las respuestas son las verdaderas respuestas del camino espiritual y las que están mejor expresadas en el mensaje de Sai Baba, en forma perfecta, qué es la realidad, qué es la vida. Entonces, ya tenemos la respuesta, no hay más neblina. Pero ahora sabemos para qué nacimos, por esto tenemos un cuerpo humano, ahora debemos realizarlo. Los ángeles "envidian" esta enorme oportunidad que Dios nos ha dado.
Les voy a contar una anécdota. Una vez en Brasil, cuando la Organización Sai empezó a crecer, el Movimiento Espírita que es muy poderoso en Brasil, empezó a preocuparse por el crecimiento de la Organización Sai y decidió enviar a India al número 2 del Movimiento Espírita, el Profesor Dibaldo, quien es una persona con poderes espirituales. El objeto del viaje era para ver a Sai Baba y para ver si era un fraude y volver a Brasil y llegar hablando en todos lados, de acuerdo a su propia experiencia de que Sai Baba era un fraude. Esta persona fue a India y volvió. Cuando dio la charla, esta persona logró juntar a más de 5.000 personas. Con ello, pueden deducir la importancia que tiene en Brasil este movimiento, así que dio su charla, pero en vez de decir que Sai Baba era un fraude dijo, "que todo el Ashram estaba rodeado de ángeles y que cuando Sai Baba salía, caía del cielo una lluvia espiritual, caía una gracia divina que bañaba a toda la gente y que cuando se acercaba a alguien, el aura de Sai Baba envolvía a esa persona, y toda la negatividad de esa persona era absorbida por Él y se le desaparecía". Contó de los ángeles que rodeaban el Ashram; estaba totalmente rodeado de ángeles y de la suerte que tenemos nosotros de estar dentro del Ashram y que los ángeles quieren entrar al Ashram; nosotros entramos, esos ángeles nos "envidian" por la oportunidad que tenemos como seres humanos de estar cerca de Él en India o acá, porque la fantasía física es la distancia. Él está tan acá como en India; está presente, está en contacto directo con nosotros; no hay distancia para Él porque está en nuestro corazón. Lo dice todo el tiempo o creemos o no creemos. Dejémonos de tonterías porque o creemos lo que Él dice o lo creemos a media, o nos olvidamos o creemos un poco y en la práctica en realidad no creemos, o creemos que Dios es todo, punto uno o creemos que Él está en el corazón de todos nosotros, que es nuestra verdadera realidad. Entonces ¿qué diferencia hay que Él esté en Prashanti y en mi corazón? Es lo mismo. Si creemos en esto, de qué temer? Cuando Él levanta la mano nos dice "¿Por qué temer cuando estoy aquí? Esa bendición se llama "abhaya hasta" y esta bendición quiere decir: "¿Por qué temer cuando estoy aquí? No en Prashanti, estoy aquí". Somos conscientes o no.
Lo que yo quiero decirles es que ¡despierten, despierten, despierten, sean conscientes, están en un camino espiritual, ya tienen las respuestas, no tienen otras respuestas! Créanme, no es que mañana va a venir un extraterrestre y les va a decir algo que ya saben. No es que la verdad tenga algo esotérico, oculto, que después de la quinta iniciación se puedan enterar. No es así.
Una vez, antes de estar con Sai Baba, yo estaba en el otro camino espiritual que mencioné ayer, una organización de Raja Yoga y nos daban las enseñanzas con cuenta-gotas. La primera práctica, por ejemplo era, por 90 días uno tenía que hacer un determinado tipo de meditación, y si uno fallaba al día 89 porque no meditaba ese día, no podía completar el total de días, al día siguiente. Ya se había fallado y por lo tanto, había que comenzar desde el día primero. Después venía la otra iniciación y en un momento tuve la oportunidad de ir a India y me quedé en la casa del maestro mundial de esa organización.
Este maestro un día me miró. Nosotros, imagínense los que estábamos en esa organización, era, recibiste la nueva lección? Lo que se tardaba, pasar de una a otra, el tiempo que me llevó; cuál era el secreto en la próxima. Recuerdo que estaba en la casa del maestro en la India; él había venido a Buenos Aires una vez y yo estaba con él, había sido su traductor, estuve mucho con él e hice una relación especial con él y por eso terminé en la casa de él en India y un día agarró y trajo todas las famosas lecciones secretas, agarró y me las dio y me dijo, toma. Se imaginan tener todo de golpe, para qué esperar 10 años; me dijo, úsalas o bótalas, simplemente. Porque sabía de esta verdad, nosotros, o la usamos o la botamos, y lamentablemente la estamos botando. Todas estas lecciones de este maestro, si se dan cuenta o no, están contenidas en las enseñanzas de Sai Baba y en el trabajo espiritual que Sai Baba nos da. Todo, todo, está en forma perfecta, impecable; lo que pasa es que hay que aplicarlo.
Uno dice, no me curo. El médico nos pregunta, te tomaste el remedio, si o no? Pero no me curé. Tómalo y te vas a curar. Te di cinco pastillas; no, es que solamente me tomé tres; pero te dije que eran cinco pastillas, había que tomarlas todas si no las tomas como dice el médico, no te curas; no se puede dejar de hacerlo y esperar el fruto. Lo que pasa, es que nosotros no ponemos en práctica las enseñanzas. Viéndolos acá, viéndome, me doy cuenta que tampoco nos tomamos las cinco pastillas en forma impecable como dice nuestro médico Sai Baba. Entonces pasan los años, pasa el tiempo y un día pasará esta encarnación y llegará la siguiente, y ¡Oh karma que tendremos acumulado! los cuatro sacarán nuestra cuenta y nos dirán: "toma, en esta próxima te toca toda esta cosa". ¿Saben cómo es? Hay un gran bagaje de karma acumulado; quién sabe en la próxima qué va a tocar. En ésta, nos hemos sacado la lotería, pero o la aprovechamos o la botamos.
Una vez, Goldstein, no sé si los dijo acá en su charla, dijo que "... todo camino espiritual es como una escuela, el jardín de infancia, la primaria, la secundaria y la universidad". En la primera etapa, uno quiere el reconocimiento de los demás; la etapa primera del camino espiritual; cada uno busca el reconocimiento, la fama, el nombre, todos son juegos del ego; en la segunda etapa, uno busca el reconocimiento de Dios, uno hace algo para que Dios esté contento y en la etapa de la universidad, uno no busca el reconocimiento de Dios, uno actúa porque siente que Dios está presente en el otro; entonces actúa delante de Dios, no puede actuar de otra manera. Cuando se gradúa, uno espontáneamente hace todo correcto, porque actúa desde el Atma. No tenemos que agradar a nadie. Dios actúa en forma divina, porque en Él no hay ninguna maya, ningún ego y lo que expresa es su divinidad, entonces todo lo que Él hace es sagrado y perfecto. El graduado actúa desde ese nivel y luego desaparece y actúa desde su conciencia divina y no espera agradar a nadie. Espontáneamente actúa divinamente. Estas etapas son las que tenemos que recorrer. Para recorrerlas, tenemos que tomar las cinco medicinas en forma impecable.
Cada uno de nosotros puede aprovechar o no esta encarnación. Acá no se trata de quedar bien con nadie. No se trata de que alguien los rete, que les diga qué hiciste; qué dejaste de hacer; es uno sólo que se ayuda o se perjudica. Esta es la reflexión que debemos tener. ¿Qué estamos haciendo? Entonces, yo no sé cómo insistir sobre este tema. Creo que a veces me preocupa tanto esta falta de conciencia, a lo mejor que yo mismo tengo y que quiero trasmitirla a los demás, porque en realidad, el tiempo es sagrado y la oportunidad es increíble. La oportunidad de estar en un camino espiritual con el verdadero maestro, es muy, muy, muy difícil, porque no hay verdaderos maestros en la tierra y para colmo nosotros, los que estamos en este salón, tenemos directamente al Avatar. ¿Qué diferencia hay entre un maestro verdadero y el Avatar? Que el maestro verdadero puede tener una pizca de ego, puede tener algún resabio de ego que lo hace actuar de una manera u otra. El Avatar es espontáneamente Dios y su enseñanza y su mensaje y su vida, son absolutamente perfectos. Ustedes saben cómo trabajan los maestros, los grandes maestros en los Himalayas. Los grandes maestros cuando aceptan a algún discípulo, el maestro reproduce al lado suyo un cuerpo astral mental del discípulo. Entonces observa lo que el discípulo piensa y siente. A partir de allí, irradia su energía para ayudarlo a cambiar algunas cosas. El Avatar no tiene que reproducir nada al lado suyo. No es que ahora miró, o que estaba distraído con otro discípulo. El Avatar está en el corazón nuestro todo el tiempo; no se le escapa absolutamente nada y por lo tanto, como está acá todo el tiempo, es impecable, sabe todo lo que hacemos; sabe todo lo que pensamos; sabe la motivación anterior, la posterior, todo y su vida es perfecta, no hay falla en el poder, no puede haber falla en el poder de Dios. Entonces, ésta es la suerte de tener al Avatar como maestro. Lo que pasa, es que el Avatar, al igual que los otros maestros siguen la regla de darnos el camino, pero no caminan con nosotros. No es porque tengamos a Swami como maestro ya llegamos a la meta. No! porque Swami nos enseña el camino perfecto y la guía perfecta pero también mira si hacemos o no hacemos, entienden? Allí está nuestro deber, el hacer, el actuar correctamente. De esto se trata en todos los niveles. Nosotros también tenemos que reflexionar cómo se manifiestan estos niveles primarios. Ayer les dije en mi charla, qué pasaba si un ser de otro planeta venía y miraba la tierra en guerra. Miren qué absurdo, que los seres humanos se estén matando por una diferencia religiosa, por una diferencia de no sé qué, se maten, no es absurdo? Hacen bombas atómicas, los niños se mueren de hambre e invierten millones de dólares en armas para destruirse, no es una locura total? Es realmente primitivo; nosotros hablamos de la era de piedra en la que los seres humanos se mataban, eran caníbales; pero ahora no estamos muy, muy lejos de eso; estamos segundos alejados, pero no mucho más. ¿No se dan cuenta de lo grotesco que es? ¡Qué pena! y por otro lado, imagínense que esa misma grosería la traigamos a la Organización Sai. ¿No es absurdo que en la Organización Sai haya peleas y diferencias? ¿No es increíble? ¿No somos todos hermanos y hermanas? Estamos tratando de despertar. Swami dice, son todos Dios.
Creo que en la India dicen "Namaste" o "Namaskar". ¿Qué significa Namaste? "El Dios que está en mí saluda al Dios que está en ti". Namaskar significa "Me postro ante el Dios que está en tí". Así se saludan en India. Y nosotros que sabemos eso, que teóricamente lo tenemos que saber, porque Swami lo dice todo el tiempo, llegamos a la Organización Sai y nos peleamos. ¿No es ridículo? Nos peleamos, porque el uno cree tener la razón y entonces cree que el otro es su enemigo. Primer error. Se los digo sin objeto de crítica, es para su auto-observación. ¿No es increíble que el otro considere que es su enemigo? ¡Piénsenlo bien!
Recuerden que ese hermano también está en el camino espiritual y que Swami lo eligió porque tiene la madurez evolutiva de estar en ese camino. Ha recorrido tantas vidas para estar en un camino espiritual y no estar bailando en una discoteca en la noche.
El domingo vienen todos acá a hacer servicio, sin embargo, otros duermen hasta el mediodía y luego se van a disfrutar y en la noche a bailar mientras ustedes hacen servicio. Están en este nivel espiritual, sin embargo, Swami consideró por algún motivo, que son suficientemente dignos de tenerlo a Él mismo como maestro. Miren la pureza del alma de todos ustedes y sin embargo, alguien considera que esa persona es mala. Swami considera que es buena, pero yo considero que es mala; ¿no es increíble? ¿no hay algo que falla en la mente? En la mente de Swami no falla nada, eso es seguro, o sea, que falla en la nuestra. Cuando voy a algún país y me entero de estas peleas, les aseguro que yo miro todo esto y digo: "¡....ay, ay, ay"! en serio porque, Sai, ¡qué pena que me da! Y tratar de ver cómo se supera esta locura, esta enfermedad.
Lo que les quiero transmitir es que no hay enemigos, simplemente hay hermanos unos un poco más confundidos que otros, entienden? El otro cree que tiene razón y lo que uno tiene que pensar es que a lo mejor tiene razón; a lo mejor yo no estoy viendo la historia completa y el otro la ve bien. Puede ser también que yo tenga razón o que el otro tenga razón, los dos estamos tratando de hacer algo bueno. Si el otro está insistiendo, lo hace por su bondad, porque quiere lo mejor para Sai Baba y lo mejor para su organización. Yo también quiero lo mejor para Sai Baba y para su organización; no lo quiero para mí ni para mi riqueza personal. Ninguna persona en la Organización Sai quiere algo para su riqueza personal. Eso sería una barbaridad, sería una persona todavía más confundida. ¿Qué pasa con las personas confundidas? ¿Qué debe una persona en un camino espiritual, pensar, qué es lo que dice Swami? La persona puede estar muy confundida.
Vamos a tomar un ejemplo muy grosero: Saddam Hussain. Esta persona evidentemente está muy confundida. Imagínense que eligió, en lugar de irse de Irak, porque sabía que iba a perder, de irse donde le ofrecieron el exilio, se podría haber ido tranquilamente a vivir con toda su riqueza y su familia a otro país, eligió una guerra donde murieran todos los que murieron; él no, él se refugió y que murieran los otros; después se escapó sin nada de lo que tenía o con menos de lo que hubiera podido tener. ¡Pobrecito! está muy confundido; está en un nivel de ignorancia muy grande, pero es una enfermedad. Es como si yo voy a un asilo de enfermos mentales y viene un enfermo mental y me escupe la cara. Yo agarro un palo y le parto la cabeza y lo mato. ¿Quién está más loco, en serio? El tema es éste. El pobre hombre está enfermo mentalmente, no lo puedo matar, está enfermo. Si no comprendo que el otro está enfermo, no le tiene odio, está enfermo. Así hay que comprender en nuestro planeta tierra, la relación con los hermanos y hermanas. Los malos están enfermos. Enfermos de ignorancia, apegados a su ego, son diferentes niveles de enfermedad y de allí viene la escala y cuando se llega al nivel de un ser humano en la Organización Sai, un ser que está muy metido evolutivamente en un camino espiritual, muy avanzado, elegido por el Avatar, porque por algo el Avatar lo elige, entonces a ese nivel, debemos comprender que estos seres humanos no son malos, pueden estar confundidos pero malos no son; no los tratemos como enemigos.
Swami siempre dice: "dos manos para hacer ruido, nunca ruido con una sola mano". Siempre que hay un conflicto, hay dos involucrados. Lo que les pido por favor, es que trabajen todos para que no existan más peleas en la Organización Sai. Recuerden que una pelea es el resultado de dos confundidos, no de uno sólo. Uno más y otro menos, pero si yo vengo acá y escucho las diferencias y tomo partido por un lado, quiere decir que también yo estoy confundido. A mi lo único que me interesa cuando vengo acá y escucho las diferencias, es cómo hacer para que den un paso para arriba y se unan. Es como la anécdota que conté ayer dos veces. Me callo la boca y doy un paso atrás. Lo que importa es la unidad, porque el hacer esto o aquello es una anécdota; no importa ni una cosa ni la otra; créanme. Todo lo que estamos haciendo es maya, es como una película. Qué importa si vamos para la derecha o para la izquierda, si sigue siendo maya. Uno es Dios todo el tiempo. Dios es pura luz, refulgencia absoluta. En Dios no hay, voy para la derecha o voy para la izquierda. Dios es Dios todo el tiempo. Así que este juego es el que nos deja jugar Él. Yo no sé si soy lo suficientemente claro. A mí no me importa si ustedes van para la derecha o para la izquierda; lo que me importa es que vayan todos juntos y felices. Esta Organización tiene que ser la reunión de un montón de gente feliz, irradiando amor y si son felices e irradian amor van a transformar al mundo, van a transformar a toda Venezuela; van a irradiar de acá una energía luminosa que va a diluir el aura de oscuridad que rodea a Caracas y a Venezuela entera y va a desaparecer toda esta violencia. Esto lo van a lograr si están contentos y felices con un sentimiento de alegría.
Una vez tuve una experiencia espiritual en la cual estaba meditando y de repente salí y me vi en una especie de colina que estaba llena de seres humanos, todos vestidos de blanco, era una marea de seres de blanco y adelante estaba Dios; estábamos todos cantándole a Dios y estábamos cantándole con el corazón a Dios que recuerdo y miraba para acá y miraba para allá y todos teníamos una sonrisa de oreja a oreja y compartíamos esa felicidad. Eso es lo que es ser felices; lograr esta felicidad y llegar acá y decir, está Dios, qué felicidad, cantémosle a Dios; salgamos juntos a celebrar a Dios ayudándole en la forma que adquiere como enfermo, de abandonado, de hambriento, de triste y salgamos con esa sonrisa de oreja a oreja y vamos a ser una fuerza luminosa que va a transformar a todo el mundo. Eso es lo que espera Swami de nosotros. Nosotros en vez de estar haciendo eso, estamos con la mente pensando en esto y aquello. ¿Saben lo que todavía tienen acá en Venezuela? Tienen los anteojos oscuros y piensan todavía mal del otro. La cantidad de personas que juzga al otro, este es amarillo y el otro es colorado. ¿Por qué juzgan? ¿Qué están haciendo? Si lo único que se trata es de generar este sentimiento de felicidad y de alegría y juntos tomarse de la mano e ir sonriendo y decir, hagamos de todo, cantemos todos juntos, hagamos servicio todos juntos y cuando logren esta energía, el movimiento Sai de Venezuela no podrá detenerse; van a convertir a todos los venezolanos, porque cuando vean a un grupo de seres humanos con esta felicidad, les aseguro que la irradiación purificará y transformará a todos los que se acerquen. Este es el ejército Sai; esto es lo que tienen que lograr. Swami está esperando de ustedes esto. Swami dice, vengan porque yo doy a manos llenas; ustedes vacíense las manos. En lugar de eso, vamos con las manos cerradas o con las manos llenas de tonterías, entonces Él no podrá decirles nada; Él está esperando que soltemos las tonterías para llenarnos las manos de gracia.
Swami dice que hay cuatro clases de persona. Primera clase: la que ve lo malo en lo malo. Ninguno de nosotros tenemos dificultad en ver lo malo en lo malo ¿no es cierto? Segunda clase: la que ve lo bueno en lo bueno; esto es un poco más difícil, porque hay personas que no son capaces de ver lo bueno en lo bueno. Tercera clase: la que ve lo bueno como malo, que es la peor clase de personas y ¡ojo! ¡mucho cuidado de caer allí! porque se estará a un paso de caer en el precipicio. Cuarta clase: la que ve lo malo como bueno, y esa es la mejor y donde deberíamos estar todos. Lo que veamos que sea siempre lo bueno. Jesús veía al perro muerto y decía: ¡Qué lindos dientes! No podía ver lo malo. Como a Dios le preguntan: ¿cómo es el dolor? y también le preguntan: ¿cómo es la oscuridad? ¿Saben ustedes que Swami no conoce la oscuridad? No la conoce porque donde mira hay luz, parece un sol. Este es el ejemplo. Si logramos esta alquimia, esta transformación, no hay nada más que hacer; no tenemos que meditar, no hay nada raro; ya estamos realizados; nos realizamos nosotros y donde vayamos vamos a realizar donde pisemos. Esta es la fuerza Sai.
Si ven la palabra SAI, ella quiere decir:
S: see (ver);
A: always (siempre)
I: Inside (adentro; mirar siempre hacia adentro).
Swami también dice:
Spiritual-Association-Individuality (asociación-espiritual-individual).
Swami lo que nos está mostrando es que miremos hacia adentro, no miremos hacia fuera. Todas las asociaciones que tengamos deben partir desde los anteojos de la espiritualidad; juzguen desde lo espiritual; miren desde lo espiritual. El resto se va a dar por añadidura. No juzguen desde lo mundano. ¿Qué es juzgar desde lo espiritual? Yo soy Dios, él es Dios, todo es Dios, el resto es maya. Todo lo que no sea Dios es maya, entonces eso no me preocupa porque es una ilusión. Es como si voy a ver una película de guerra y veo la injusticia en la pantalla y agarro un revolver y comienzo a dar tiros a la película. De esto se trata. Vemos el conflicto y como todo es maya, estamos disparándole a una ilusión. La realidad es otra: Dios como nosotros, no hay diferencia.
Hermanos, hermanas, tratemos de aplicar esto en la Organización Sai, porque si no, todo lo que leemos es pura teoría, todo es intelectual; leemos algo maravilloso, damos una charla maravillosa pero después cuando nos toca el tiempo de aplicarla, matamos. El secreto de todo esto, es poder realmente aplicar en nuestra vida estas enseñanzas de Sai Baba, pero aplicarlas e irradiar siempre alegría, irradiar siempre amor, estar siempre contentos; no sentir que alguien es enemigo nuestro; esto es lo esencial que quiero transmitir en la Organización Sai.
Yo me voy de acá de Caracas muy, muy contento porque siento que mucha gente comprendió esto y que lo que había de diferencias se superó y están, a mi entender, todos, bajo un espíritu de unidad, de trabajar juntos, de lo que pasó, pasó. Me reuní con diferentes personas que tenían este sentimiento de conflicto y realmente creo que me entendieron que lo que pasó, ya pasó; de que se terminaron todas las diferencias.
Con mucha alegría veo al hermano Urdaneta. Les quiero anunciar que el Centro Sai de "El Pilar" de Maracaibo se reincorporó anoche a la Organización Sai, por lo cual, pido le demos un aplauso. Démosle una bienvenida amorosa a nuestro hermano. De esta manera, todos estamos en un mismo lugar; todos estamos tratando de aprovechar esta oportunidad que tenemos de ser instrumentos del Avatar.
Swami dice que viene a construir un edificio maravilloso en el mundo; los edificios se construyen con ladrillos y cemento y por lo tanto, ambos permanecen juntos. En la Organización Sai, los ladrillos somos cada uno de nosotros y el cemento que nos une, es nuestra participación activa y amorosa. Si tenemos esta actitud participativa y amorosa vamos a ser realmente, pilares del más maravilloso edificio que se está construyendo en la historia de la humanidad. Lo que este Avatar está haciendo y lo que va a hacer, es increíble y todos tenemos una oportunidad maravillosa de ser parte de este gran milagro que va a pasar.
Una vez, en mi primer viaje a India, fui a ver a este maestro espiritual de la otra organización y al tercer día de estar con él, le dije: "lo siento, tengo que ir a ver a Sai Baba". Este maestro me miró y me dijo: "lo entiendo, vaya". Yo me iba a quedar como 30 días con este maestro, pero no aguanté más. Así que me fui. Estaba con blue-jeans, con pelo largo, estilo vaquero, pero tuve mucha suerte desde la entrada, porque me pasaron muchos, muchos, muchos milagros. Algún día tendría que escribir un libro sobre mi primer viaje a India porque me pasaron historias como que escuché que Sai Baba estaba en Madrás, así que me tomé un tren para allá por dos días de viaje y cuando llegué allá no tenía la menor idea de dónde ir y en el camarote del tren un señor me preguntó que para dónde iba, yo le dije que iba a ver a Sai Baba, entonces, me dijo que él me iba a ayudar. Cuando bajamos del tren, el señor bajó y había una multitud de seres humanos. Él agarró al primero que pasó y le dijo, señor, usted, ayude a este señor y se fue. Esa fue la ayuda que me dio. Este señor lo miró y le dijo, bueno, bueno y me agarró y comenzó a ayudar. Resulta que era un brahamín y me llevó a un hotel, que para llegar tuve que pasar entre vacas para llegar al laberinto al que llegamos y me dejó en un hotel que tenía una habitación con un restaurante y la habitación no tenía ventanas. Si el hombre no volvía al día siguiente yo no podía salir más de ese lugar; o si salía no iba a poder volver; no iba a averiguar dónde me encontraba. Sin embargo, me venía a buscar todos los días y me llevaba a una montaña. Allí vi dos águilas blancas comer de las manos de un señor que meditaba; esos milagros que lo dejan a uno pensando..... y después me dijo, ya averigüé dónde está Sai Baba; está en camino, está en tal lugar, ya arreglé para que vaya a verlo.
Era Sathyam, Shivam, Sundaram. Entré, no había nadie, fui caminando; había pocas personas, a un lado estaba el sillón de Swami; nadie me detuvo, entré, así de sencillo. Llegué y luego pensé, qué fácil que fue. Cuando las personas se corrieron, lo que vi era una estatua de Shirdi Sai Baba! Swami estaba en camino, luego al tercer día fui de nuevo y habían pocos occidentales y me sentaron en un silla en un costado y esperamos que Swami llegara. De repente me empezó a latir el corazón; yo pensé ¿qué me pasa? Era el coche de Sai Baba. Yo no era devoto de Sai Baba todavía, estaba viendo de qué se trataba. Pero a partir de ese día, cada vez que Swami aparecía me empezaba a latir el corazón como si tuviera taquicardia. Swami pasó al lado mío y justo izó una bandera, la bandera del Ashram y de ella cayó una gran cantidad de pétalos de flores que me bañaron. Yo le dije, Swami, quiero verte. Le dije en inglés, "I want to see you". Swami me miró y sin abrir la boca, telepáticamente, me habló y yo escuché en mi cabeza resonar la voz que decía: "but you are seeing me know", (me estás viendo ahora). Fue una experiencia de telepatía pura; es escuchar acá en el casquete de la cabeza, la voz resonando adentro. Me quedé con la boca abierta y le dije: "now interview"; Él se rió y se fue. A partir de ese día, cada vez me firmaba un libro, o una foto, o me daba Vibhuti. Tanto fue en ese viaje, que un día la gente se me acercaba y me tocaba los pies, porque Swami pasaba a cada momento.
Un día, había un acto cultural y Swami se sentó en el sillón y yo estaba allí, a diez metros. Entonces, en un momento, y antes de comenzar la obra, me paré y me fui a ver a Swami. Cuando veo a Swami, lo primero que se me ocurrió fue darle mi tarjeta y me le presenté. Swami me miró y tomó la tarjeta y me dijo "you are very lucky" (tienes mucha suerte). Realmente, muy simbólica, esa experiencia es para mí muy importante porque me mostró muchas cosas. Primero, que todos tenemos mucha suerte por estar con Él; mucha suerte y no nos damos cuenta. Realmente, tener valor, tener coraje. ¿Por qué temer? ¿A quién le tememos? Si nosotros tenemos intenciones puras ¿a qué le tememos?
En ese mismo viaje, me pasó la anécdota que les conté de la primera entrevista, donde Él dijo: "Jamás desilusionaré a mis devotos" y para contarles mi anécdota, cuando me había ido de Argentina por tres meses, di una vuelta al mundo y luego escogí a India y después de esos tres meses, volví a Buenos Aires. Cuando me estaba yendo del Ashram, no sé por qué; el mes era marzo y yo sentí la necesidad de volver al Ashram en septiembre. Yo había empezado una sociedad con una persona y después de estar tres meses afuera, esa persona, si yo le decía que volvería en septiembre a India, me mataba; iba a dar por terminada la sociedad. Pero yo sentía en mi corazón que tenía que volver en septiembre, así que le dije a las personas que había conocido en el Ashram: no me extraña que en septiembre vuelva. Me fui, tampoco tenía los medios económicos para volver en ese mes, pero de todas maneras le pedí a Swami desde mi corazón y me fui a la Argentina. A fines de julio me llegó una propuesta para hacer un trabajo en Ecuador, una obra de teatro. Firmé un contrato con una compañía teatral para hacer una obra en Ecuador y estuve un mes recorriendo Ecuador con esta obra para chicos, todos los pueblos y ciudades y pueblitos de Ecuador. Cuando terminaron los treinta días, terminó toda la gira y al día siguiente vencía el pasaje de 30 días que me habían dado. Yo el día 29 sentí que no me podía ir de Ecuador sin hablar de Sai Baba. Nadie lo conoce, sentía que debía hablar sobre Él.
A mi regreso de India cada vez que hablaba de Él me ponía a llorar de la emoción, quería compartir la existencia de Swami, pero no tenía la menor idea de dónde podía hablar, porque no me podía ir a una plaza a hablar de Sai Baba. Lo primero que hice fue irme a la aerolínea para cambiar mi pasaje y en vez de volver al día siguiente, volverme en el siguiente vuelo, que era tres o cuatro días después. En la agencia de viajes no me dejaron, porque el pasaje vencía a los treinta días; sin embargo, cada vez que me decían que no, yo me aferraba más y decía que sí, debía quedarme. Después de unos cuarenta minutos, una empleada me dijo: mire, por qué no abre su pasaje y se queda todo lo que quiera. Rápidamente le pregunté, qué debía hacer y ella me dijo, pagar 100 dólares. Ya me habían pagado el pasaje de ida y vuelta a Ecuador, me habían dado mil dólares de honorarios por la obra de teatro, así que pensé qué podía costarme darles 100 dólares y acepté. Me fui de la agencia de viaje y me pregunté y ahora qué hago, entienden? Estaba en un país y decir que quiero hablar de Sai Baba, cómo lo hago? Estaba en Guayaquil y yo tenía un amigo de la otra organización de Raja Yoga, que se había ido de Argentina a Quito, así que le llamé por teléfono y me dijo, que me fuera para allá. Él contactó a un cura que dirigía una organización de yoga; le habló y este cura me invitó a que fuera a hablar de Sai Baba durante una reunión que hacía el viernes, al grupo de yoga que él dirigía. Yo tenía mi pasaje para volver a Buenos Aires, el martes siguiente. Entonces me fui a dar la charla y el salón de este cura estaba totalmente lleno y hablé de Sai Baba; a la gente le gustó mucho lo que les conté y estaban muy entusiasmados y el cura me dijo: mire, si usted me permite escribir un artículo, yo lo publico en la revista de yoga que tengo y que la distribuyo por todo Ecuador. Imagínense, yo quería hablar de Sai Baba y el cura me publicaba un artículo en su revista de yoga y me dijo, y si tiene una foto la publico en la tapa de la revista. ¡Estaba tocando el cielo con las manos! Eso fue el viernes.
Mi amigo me invitó a ir a un concierto en el teatro, por cierto, era un concierto de Bach y cuando salimos de allí a media noche, mi amigo se encontró con un cliente, era un industrial a quien le estaba haciendo una campaña publicitaria y se pusieron a hablar a la salida del teatro. Este industrial notó que yo me estaba muriendo de frío, porque, les aclaro, durante la noche hace mucho frío en Quito. Me miró y le dijo a mi amigo: No sigamos hablando, tu amigo tiene mucho frío, mejor vengan mañana domingo a mi casa a almorzar y allí conversamos. Cuando se fue este señor, yo le dije a mi amigo que yo no iría a un almuerzo de trabajo, que me quedaría descansando pero él me dijo que si no iba, lo haría quedar mal porque sería una descortesía y para no perjudicarlo me fui a acompañarlo. En el almuerzo, por supuesto, que ya saben de qué hablé, verdad? A los diez minutos de estar hablando de Sai Baba, este hombre, este industrial, que no estaba para nada en el camino espiritual; por decirles, tenía una cama de agua, era amante de la ópera, era una persona con lujo asiático soñado, una persona rica disfrutando de la vida a su máxima expresión. Sin embargo, a los diez minutos de hablar de Sai Baba me preguntó que si me molestaría ir a India con él. Le respondí que no, ¡por supuesto que no! Entonces me dijo, mañana lo espero en tal dirección, sacamos dos pasajes y nos vamos. Yo creí que se trataba de una simple broma. Al día siguiente era lunes, yo me regresaba a Buenos Aires el día martes. Me recordé en la mañana de lo que me había dicho, así que decidí tomarme un taxi y me fui a la dirección que me indicó; resultó que era una agencia de viajes. Estaba parado esperando y pensé: "caí como un chorlito", como decimos en la Argentina, y cuando estaba ya por irme, apareció este señor en toda la puerta de la agencia; sacó dos pasajes y el 2 de septiembre estaba de nuevo en India; así como lo oyen. En resumen, viaje de Buenos Aires a Ecuador todo pagado, de Ecuador a India todo pagado y volando al Ashram de Swami.
En otra oportunidad, y por razones de trabajo, tengo que visitar clientes muy seguido. Había una compañía que visitaba muy seguido; era una compañía en Argentina, muy grande, fabricante de chicles y golosinas, era muy, muy grande. Tanto los veía, que terminaron por preguntarme que por qué iba con frecuencia a India, empecé a hablar de Sai Baba y un día, en aquel entonces el dueño, un señor muy, muy rico, una de sus hijas me preguntó, qué cuando iba a India y yo le respondí que en tal fecha. Ella me preguntó que si podía acompañarme y yo le dije que sí. Después la hermana se enteró que iba a India conmigo y también se unió al viaje. ¿Qué pasó mientras tanto? En la casa de la hermana, el hijo de ella al despertarse, le dijo: "mamá, anoche apareció un señor en mi habitación. Yo me iba a poner a gritar, pero me dijo que no lo hiciera, que no me iba a hacer nada y no sé cómo me quedé tranquilo y desapareció". Le describió a la persona y ya saben quién era, Sai Baba. En esa casa, jamás habían visto una foto de Sai Baba y este chico le describió el pelo, la túnica, el color, todo era Sai Baba. La hermana, luego de lo que le pasó, deseó mucho más ir a India. Yo les contaba a ellas que Sai Baba, materializaba en las entrevistas, que cuando daba el Darshan daba Vibhuti y cuando nos fuimos a India y llegamos donde Swami, no sucedía nada. Así que al tercer día me dijeron que las había engañado, que todo era una mentira y bueno, me comenzaron a decir de todo, así que les dije que se calmaran, que no se preocuparan, porque ellas iban a ver, imagínense dos personas ricas que no tienen mucho que hacer y se van a ver una novedad; tienen plata para ir a ver a un ser que tiene poderes en la India. Al cuarto día, Swami nos llama a entrevista. Allí pensé, bueno, ésta es la mía, pues Swami siempre materializa Vibhuti en la entrevista. ¡¡¡Primera entrevista que Swami no materializó nada!!! Yo le decía, Swami Vibhuti, Vibhuti, nada, nada, nada. Yo pensé, después de esta entrevista, me van a agarrar estas dos, pero de repente Swami mira a una de las chicas y le dijo que ella quería tener hijos y no podía, pero que Él la iba a ayudar. Luego mira a la otra, le pone la mano en la cabeza y le dijo, a vos también te voy a ayudar. Yo no sabía de qué se trataba. Pero después, las chicas vinieron a mi cuarto y en vez de protestar las dos estaban muy emocionadas, y allí me enteré que una había hecho todos los tratamientos científicos habidos y por haber para tener hijos y no podía; imagínense ustedes, con el nivel de vida que ellas tenían y los tratamientos que habían costeado para eso y no lo lograban y el otro, tenía un problema neurológico y que desde los nueve años tenía que tomar pastillas todos los días de su vida. Desde que Swami le puso la mano en su cabeza, nunca más tomó una pastilla y la otra ya tiene dos hijos. Después sucedió algo muy gracioso, porque al día siguiente Swami caminó en el Darshan y cuando pasó delante de ellas, les materializó Vibhuti y mientras lo hacía, vieron debajo de la mano de Swami estrellitas de luz y al día siguiente Swami pasó, ellas estaban en tercera fila, las miró, movió su mano y materializó una ciruela y se las tiró pero la ciruela hizo algo que la gente pegó un grito, porque vieron cómo tiró algo, haciendo un movimiento circular, contra las leyes de la física, hizo un giro luego en línea recta de noventa grados y cayó directamente en las manos de las chicas.
Ahora tengo otra pequeña historia, es una tontería, pero no, no existen tonterías con Swami, pero es una cosa, que no es de estos milagros de curar.... Durante una entrevista, una señora tenía un mala que Swami le había materializado anteriormente, pero se había roto y lo sostenía pero una punta caía al piso. Al pasar Swami, ella le dijo, Swami arréglamelo, se me rompió y Swami lo agarró e hizo un movimiento; lo tiró al aire y el japamala iba en cámara lenta; un objeto físico, hizo un movimiento circular en cámara lenta y todos nos quedamos boquiabiertos; una punta del japamala cayó en los dedos de Swami y al caer se quedó pegado; ya se lo había arreglado. ¿No es lindísimo?
Esta es otra historia. Una vez estábamos con un ciego que bailaba y cantaba. El ciego estaba en el Ashram, en esa época, al principio había una sola cantina para todo el mundo y la diferencia era que la comida estaba servida en dos recipientes, en una picante y en el otro sin picante para los occidentales. Había un voluntario que todos los días estaba trabajando. No era como ahora, que en el Ashram hay por todas partes gente ayudando; había menos gente y menos voluntarios para limpiar; todo era diferente. Este señor hacía limpieza y era realmente extraño, porque era voluntario todos los días. Tenía un brillo en los ojos increíble. Un día le pregunté que por qué hacía tanto servicio y me contó una historia. Me dijo que había quedado ciego en un accidente y estaba en un hospital y cuando le dijeron que no iba a recuperar más la visión, durante la noche se bajó de la cama y se quiso matar. No se sabe cómo llegó a una venta y de allí se iba a lanzar y cuando lo iba a hacer, una mano lo agarró y le dijo que no hiciera eso, dile a tu familia que te lleve a verme, pues yo soy Sai Baba y yo te voy a ayudar; luego lo llevó a la cama y al día siguiente se despertó y le contó a la familia lo que había pasado y por supuesto lo llevaron a ver a Sai Baba a más o menos mil kilómetros de distancia de donde estaba; el hospital del Darshan. Swami cuando pasó al lado de él sintió que le quemaban los ojos y en ese momento recuperó la vista. Se quedó entonces a vivir en el Ashram y se dedicó a hacer servicio todos los días limpiando la cantina.
Les cuento dos historias más y paramos. Una vez Nassim Mishan, que desencarnó hace mucho tiempo, estaba en el Ashram y resulta que le sacó una foto a Swami. Cuando la mandó a revelar en el Ashram, Swami apareció muy difuso atrás de la foto y se le acercó a Swami y le preguntó: "Swami ¿qué es esto? y Swami le dijo "En mi gracia te dejé fotografiar la creación divina", y que la guardara y no la mostrara. Un día fui a su casa y la vi, así que por eso, ahora les estoy contando. Swami aparece y aparecen rayos de luz que salen en todas direcciones. Cuando Él hace el giro con la mano, bueno, delante de Él aparecían palabras de luz flotando en el aire, como si quedaran flotando. Y luego, cuando Él hace el giro con ambas manos, salen espirales de luz en todas direcciones; los colores que salen de Swami son maravillosos; los rayos de luz y colores y espirales de luz. Él está todo el tiempo irradiando luz, irradiando energía y aunque nosotros no lo podemos ver, es la energía creadora del universo. Es una maravilla.
La otra experiencia que tuve fue del número 23 en Nueva York. Ya les conté que Swami nació el 23 de noviembre y que el número 23 aparece muchas veces como una señal de la presencia de Swami; como el olor a jazmín que es otra señal; como el Vibhuti que aparece. Bueno, cuando se inauguró el primer centro de Costa Rica, en San José, ese día, hace muchos años, como veinte años, ese día apareció en el periódico de San José, un artículo enviado desde un corresponsal del diario de Prashanti Nilayam sobre Swami. Un diario de San José de Costa Rica, teniendo un corresponsal en Prashanti Nilayam, así que cuando inauguraron el centro, de la sala de cantos, del techo comenzó a caer Vibhuti y la sala comenzó a llenarse.
Ahora sigamos con el número 23. El número 23 se me aparece siempre como una señal de Swami. A veces cuando voy a mirar la hora, me doy cuenta que son y 23 segundos, o 23 minutos. Muchas veces tuve experiencias con el número 23 y me pasó que estaba en Nueva York por trabajo y durante una semana había un congreso de las compañías de personajes infantiles con todos sus agentes del mundo. Pero como yo represento a varias compañías, tenía el problema de que se superponían las reuniones. Por ejemplo, Warner Bros hacía una reunión el lunes a las 10 de la mañana y MTM hacía una reunión a las 10:15 y a ellos qué les importaba que el otro la hiciera a las 10. Yo tenía que hacer magia para poder estar en todos los lugares al mismo tiempo. Al tercer día, yo tenía una reunión en una parte de la ciudad, que me llevaba toda la mañana. A media mañana, tenía que ir a otra reunión en la otra punta de la ciudad. Fui a la primera reunión, y a eso de las 10 decido escabullirme para ir un rato a la otra reunión y luego volver. Era febrero, nevaba en Nueva York y no se conseguía con facilidad un taxi. Dejé el maletín que tenía, a un costado de la habitación, porque iba a volver nuevamente y no lo necesitaba para la otra reunión. Me voy, me tomo el metro para irme a la otra punta de la ciudad y cuando llego, ya había comenzado y estaban proyectando una película de dibujos animados y hay una característica, y es que cuando se proyectan episodios iniciales de un dibujo, empieza la cámara con la numeración de 9, 8, 7, 6, etc. hasta el 0 y aparece la imagen. Eso es standard internacional, pero esta vez comenzó la imagen con el número 23, que no existe, porque se pueden imaginar, 22, 21, eso no existe internacionalmente, porque es una eternidad, ya que la gente se aburre, hipnotizada o dormida, pero cuando vi el número 23 salté y dije, Swami, porque de verdad pensé que era una señal de Él. Después, me dediqué a prestar atención porque había ido por muy poco tiempo; hice un par de intervenciones y después me escapé y tomé de nuevo el metro para irme a la primera reunión. Me voy, segundo milagro, consigo un lugar en el metro para sentarme, porque en Nueva York es bastante difícil, casi imposible, y me siento y apenas me senté tuve una experiencia increíble. Estaba todo el tiempo con los ojos abiertos, pero dejé de ver la realidad. Vi por el contrario, imágenes de mi vida; como cuando dicen que uno se va a morir y que en el último segundo comienza a ver pasar episodios de su vida; imágenes de mi vida una tras otra; pero había cosas que yo tenía que cambiar, desde la perspectiva espiritual, que no estaba haciendo bien. Hasta de que de repente fue como si alguien hubiera hecho un gesto para que volviera a la realidad y fue exactamente cuando el metro estaba abriendo sus puertas en la estación que tenía que bajarme. Vi el nombre de la estación, me paré corriendo y salí del subterráneo, me quedé en el andén y estaba como en shock, porque estaba reviviendo las imágenes que había visto, hasta que de pronto, comencé a caminar pensando todo el tiempo y comencé a hablar con Swami. Swami, si me mostraste esto es porque quieres que cambie, por favor, dame una prueba que eras Tú porque si no es así, ni siquiera lo voy a intentar. Me quedé pensando y le dije que me diera la señal, pensé en el número 23 en la película y le pedí que lo hiciera en forma especial y así me daré cuenta que has sido Tú. En ese momento llegué al edificio donde se realizaba la reunión, subí al piso y cuando voy a buscar mi maletín, lo tomo, no era el maletín y alguien me había pegado un papel con el número 23. ¿Entienden? Espero que entiendan lo que significa el poder de Swami. No sé si tienen preguntas que hacer.
Pregunta:
Respuesta:
Bueno, son varios temas. Uno es el tema al que me referí. Primero, yo no me refería a callarse y dar un paso atrás ante una situación de injusticia. En la injusticia uno tiene que actuar. Yo me refería simplemente en una discusión de diferencias en un centro Sai, argumentando por diferentes posiciones; en ese sentido, preservar la unidad, a veces, callándose la boca. Ese es un tema. Swami dice que la definición que da de "pecado", la conocen? Swami dice que "pecado es toda acción que frena u obstaculiza o hace retroceder el avance hacia Dios de uno o de cualquier otra persona". O sea, que cuando uno hace algo, que a uno mismo o a los demás los hace retroceder en su avance hacia la conciencia de Dios, ese es un pecado. En lo que se refiere a los círculos de estudio, la pregunta que mencionas, creo que hay que entender bien, todo lo que sucede que contaste, es porque no entendieron, qué es un círculo de estudio. Un círculo de estudio, es una oportunidad de ensanchar la conciencia, poniéndose en el lugar del otro; a través de, ponerse uno en la posición del otro y pensar por qué el otro piensa tal cosa; cuando yo hago ese esfuerzo mental estoy saliendo de mi visión unilateral de una situación y estoy abarcando otras posiciones y por lo tanto, ensancho mi nivel de comprensión. Por eso, el círculo de estudios Sai -aquí hay que aprender a diferenciar lo que es Sai- Servicio: hay muchas clases de servicio, pero el servicio Sai es de una sola clase y si no tiene esas características, no es servicio Sai. Círculo de estudios Sai es de una clase, si no tiene estas características, no es. Círculo de estudios Sai no es que uno se pare en el frente y uno da una exposición de diez horas, los otros escuchan pasivamente. Eso no es un círculo de estudios Sai. Ellos son Satsanga, compartir tiempos escuchando un tema espiritual, pero no círculos de estudios Sai, porque no logra el objetivo. El objetivo se logra cuando uno dice una frase, la lee, hay un coordinador, y todos opinan sobre esa frase, pero el acto, el efecto del círculo de estudios se genera, cuando los que escuchan, escuchan no para rebatir al otro. Porque cuando uno quiere rebatir al otro, no hay ningún efecto, porque es como cuando hay que tomar la medicina pero en lugar de ponerse la inyección, bota el líquido; no tiene efecto. Uno solamente lo logra cuando uno escucha al otro y dice, por qué piensa él así. Hay que tratar de ver el ejercicio mental, de pensar por qué el otro piensa esto. Cuando hago esto, estoy ensanchando mi nivel de conciencia; después habla el otro y me pongo a pensar en la posición del otro. Jamás rebato. Porque acá no se trata que yo tengo que convencer al otro que tiene razón. El otro tiene que escuchar mi punto de vista y ver si es posible, y yo también escuchar el punto de vista de cada uno. Cuando termina la rueda, si hay diez personas, yo me puse en el lugar de las diez personas y a lo mejor siete opinaron diferente y me dieron siete perspectivas diferentes. Pasamos a otra frase. Aquí no se trata de descubrir la verdad. La verdad la tiene Swami. Aquí se trata de descubrir cómo cada uno interpreta la verdad a su manera. Entonces, la cantidad de personas tiene que ser tales, pueden ser cincuenta, si quieren. Para una frase, cada uno va a tener un minuto para hablar por ejemplo; no más, porque si no es así, no logran que todos participen. Les repito, un círculo de estudios Sai no es un lugar de exaltación del ego; el que habla y habla tres horas, lo que está haciendo es exaltando su ego para decir: "miren cuántos me escuchan ignorantes y después apláudanme". Entonces qué pasa, la persona que habló se hundió; salió del círculo de estudios dos escalones abajo espiritualmente de cómo había llegado. Los que escucharon van un escalón abajo, porque generaron a lo mejor tanta bronca de escuchar al otro o pensaron en el ego que tiene, bajaron un escalón. Y algunos habrán aprovechado con humildad, y dirán, qué bueno, qué interesante, y esos pasaron un escalón hacia arriba. Eso pasa. Pero el círculo de estudios verdadero, en el que todos están escuchando y todos están pensando y participando, y si hay cincuenta, tendremos cada uno cincuenta perspectivas diferentes. En realidad se trata de que los círculos se hagan más pequeños para que todos tengan oportunidad de participar y puedan ir a otro tema más, pero obviamente, deben tener sentido común. Si hacen un círculo aquí y hay cinco grupos acá, van a estar hablando los cinco a la vez y no podrán escucharse mutuamente. Hagan uno solo, hable uno a la vez; pero a veces hay cincuenta y si habla uno y habla por diez minutos, resultará que hablarán solamente cuatro personas y los demás escucharon pasivamente. ¿Qué fue eso entonces? y no es que el que escuchó, pobrecito, no tuvo tiempo de explayar su ego; el que escuchó hizo como un servicio a los demás para decir, voy a poner mi punto de vista como una ofrenda para que ustedes aprovechen otra perspectiva diferente. Desde esa actitud de seva, que se hace, ese es un verdadero círculo de estudios Sai.
¿Cómo es el servicio Sai? Saben lo que dice Swami sobre el servicio Sai. El servicio Sai no es caridad mundana de juntar ropa y llevarla a los pobres. Yo vengo con ropa y le doy al pobre infeliz la ropa. No, Swami dice que el servicio Sai debe tener estas características:
S de sátvico; le voy a dar a la persona que necesita, lo que necesita. Swami siempre dice, una persona muerta de sed, el primer vaso tiene una ganancia marginal de 100 por ciento; el segundo de 50 y el tercero de 25, al quinto vaso.... Hay que darle lo que necesita; acá no van a repartir frazadas hoy porque se mueren; hay que darles lo que necesitan en el momento que lo necesitan: sátvico.
Atmico: Yo reconozco que el Atma en mí le da al Atma del que recibe. Atma le da a Atma. El reconocimiento del Atma del que recibe.
I: inegoísta. No lo hago desde mi ego, no lo hago para recibir ningún beneficio personal, ese servicio es SAI. Ese servicio que es hecho con reverencia. Uno tiene reverencia, porque es Dios quien lo está recibiendo; con humildad, dice Swami; con modestia. Modestia es una actitud, no ostentación.
Saben la diferencia que existe con la humildad? La humildad es cuando uno reconoce lo pequeño que es ante lo grande que es Dios y como Dios te da la oportunidad de tener y de ayudar y entonces me vuelvo humilde. ¿Quién soy yo? Dios es todo y el universo es todo, y quién me creo? Cuando tengo esa actitud soy humilde, dar con reverencia, dar con humildad, dar con modestia, dar en cantidad, dice Swami. Hay que dar hasta que duela, como decía la Madre Teresa. Si uno da un poquito; por ejemplo, yo tengo veinte trajes y doy uno, no di, pero si doy diecinueve y allí el diecinueve me está doliendo bastante; o sea, dar hasta que duela; dar con alegría; generar alegría; con sonrisa de oreja a oreja y el otro recibe el sentimiento de felicidad. Dar con alegría, ayudar y servir con amor, con alegría, generar el sentimiento de alegría y la persona que recibe el servicio se va tocada y siente también alegría en el corazón, cuando se van los devotos Sai; despertaron amor. Cuando tiene estas características es servicio Sai, pero si no las tiene, no es servicio Sai. Todo lo que hagan, busquen la esencia Sai. En los círculos de estudio, en las actividades de servicio, en todo.
Pregunta:
¿Es una regla absoluta que un directivo o que un maestro Balvikas no debe comer carne y puede la directiva del centro destituirlo por esto, porque no cumple con el precepto de Sai?
Respuesta:
Lo que tiene que hacer la directiva es hacerlo vomitar. Yo espero que no exista acá la inquisición Sai. Swami dice que toda persona que quiera considerarse devoto de Dios tiene que cumplir cuatro preceptos: ser vegetariano, no fumar, no tomar alcohol; no juegos de azar. Ser vegetariano es no comer nada que se haya perdido la vida con dolor; no fumar, no tomar alcohol y no juegos de azar. Pero esto es en el ámbito personal de cada uno; nosotros no vamos a cada persona que entra acá, preguntarle, tomaste alcohol, fumaste, jugaste, comiste carne, si es así, no puedes pasar y a los que no, los matamos, los tiramos por la escalera. Esto no es la inquisición; no nos metemos en la vida personal de nadie; cada uno sabe lo que debe hacer, como dije en toda mi charla al principio, esta es una oportunidad; nosotros la aprovechamos o no. Es como si Swami nos da una Ferrari y vayan a la meta. Nosotros podemos apretar el acelerador a 200 kilómetros por hora y otro puede ir a 20 kilómetros por hora; otro puede ir apretando el freno. Swami nos da el mismo carro a cada uno; cada uno lo aprovecha como quiere. El que va a llegar a la meta llega y el que no, se perjudica solo. Entonces, por favor, no seamos lo que Swami no quiere que seamos. Swami dice: amor, amor, amor, incluir a todos. Entonces, en la organización Sai incluimos a todos. Si acá se trata de que solamente van a ser devotos los santos y los puros, nos quedamos solos; ni yo estoy. Swami vino a salvarnos a los pecadores, no a los santos; los santos ya están salvados. Nosotros, mutuamente, todos, pecadores, enfermos, con una enfermedad u otra, nos tenemos que ayudar con compasión, unos a otros.
Yo me acuerdo siempre una experiencia, en un Mahashivaratri en el Ashram, estaba tratando de quedarme toda la noche despierto y estaba con Daniel Coiffman, nuestro hermano que dejó su cuerpo y nos ayudamos toda la noche a mantenernos despiertos. Nos ayudamos uno al otro, porque cuando el uno iba a caer, el otro lo empujaba para que despertara. Swami vino a la mañana y manifestó su alegría por ese trabajo de esfuerzo conjunto. De igual manera, siempre me quedó este ejemplo; siempre ayudémonos unos a otros a llegar a la meta. No le preguntemos a alguien si come carne o no; por supuesto que el maestro Balvikas no va a estar delante de los alumnos hablando de que lindo bife (pedazo de carne) se comió anoche e invitándolos a comer carne, ¿no es cierto?
(Continúa en otro cassette))
........ Esto es para los alcohólicos más que nada, no para el que toma un vaso de vino, pero el que puede no tomar nada, mejor porque Él dice que el alcohol contamina la pureza de la sangre por siete meses. Pero por favor, dejemos la inquisición del siglo pasado.
Pregunta:
Como maestra Balvikas ¿Cómo les decimos a los niños que no coman carne, si nosotros la comemos? Me parece que es algo así como de moral.
Respuesta:
Totalmente de acuerdo. Pero yo lo que les digo, es que no echen a ningún maestro y no se metan en este ámbito.
Pregunta:
Los mundos a los que se refiere el Gayatri.
Respuesta:
Los mundos a los que se refiere el Gayatri habla de los tres planos: tierra, espacio y cielo. En realidad esto es porque Swami hace muchas categorías. Se habla de los catorce mundos, los siete de arriba y los siete de abajo, pero lo que nos importa a nosotros es de los tres. De acuerdo al Vedanta, el hombre es una combinación de Bhutakasa, Chitthakasa y Chidakasa. Bhutakasa corresponde al cuerpo y todo lo que puede ser visto, que tiende a desaparecer, por lo tanto, es trascendente y efímero. El sol, las estrellas, la vía láctea, los ríos, los mares, las montañas y los bosques, todos forman parte de Bhutakasa porque son elementos y seres vivientes. El Chitthakasa se relaciona con el cuerpo y la mente, respectivamente, y ambos constituyen la base fundamental para el Chidakasa, que corresponde al Atma. Por lo tanto, el ser humano, es una combinación de estas tres categorías: Bhutakasa (cuerpo), Chitthakasa (mente) y Chidakasa (Atma).
Swami dice que el plano físico es como el que nosotros conocemos aparentemente como el infinito. El universo físico es enorme, casi infinito. Pero Swami dice que este universo físico tan grande, es el tamaño de un grano de arena, comparado con el universo mental. Chiddakasa, imagínense qué enorme es, es del tamaño de un grano de arena comparado con el universo causal. Swami habló una vez en un discurso de lo que tarda en recorrer el universo físico de una punta a otra y dijo que todo el universo causal, el sentimiento puro de amor lo recorre en un segundo, de la fuerza que tiene el sentimiento de amor. Esto es lo importante. Swami, después habla de los cinco cuerpos: Annamayakosha que es la envoltura del alimento; Pranamayakosha el aliento vital; Manomayakosha el plano mental; Vijñamayakosha, el intelecto y Anandamayakosha el plano espiritual. Lo que la Teosofía habla de 7, Swami lo agrupa en cinco grandes planos. En el Gayatri, cuando se canta la invocación, la energía del Gayatri purifica los tres planos fundamentales del ser humano, a nivel físico, mental y espiritual. Por eso se dice, que es muy importante repetirlo también cuando uno se baña, porque así como el agua física limpia el cuerpo físico, el agua cargada con el Gayatri, limpia el cuerpo astral y mental.
Pregunta:
¿Hace cuánto tiempo sabe usted de Sai Baba?
Respuesta:
En realidad no me recuerdo cuándo escuché por primera vez de Sai Baba. Estaba después en esta organización de Raja Yoga y una hermana volvió de India hablando de Sai Baba y allí comenzamos a reunirnos para leer algo de Sai Baba para hacer algunas de las prácticas; luego tuve un sueño con Sai Baba y este sueño fue el que me tocó el corazón.
Yo hace poco en Buenos Aires, di una charla sobre los chakras y contaba cómo el chakra, que es una hondonada en el plano etérico, es un centro de entrada de la energía, del tercer plano de Dios, la energía, cómo a su vez tiene un tallo y una raíz y hay diferencias en la mención del chakra porque se habla de que está por ejemplo el chakra de acá, se dice que están los genitales, según la India, en el bazo, según la Teosofía, pero las diferencias que hay en la ubicación del chakra son porque algunos consideran la puerta de entrada y otros donde está la raíz, que es donde están los plexos de la columna. Todo esto se los digo, porque mi primer sueño con Swami, no había ido todavía a India, estaba en esta otra organización de Raja Yoga, en donde se creía en otro maestro espiritual, y yo estaba en una habitación y Swami entró por la puerta; era una habitación pequeña; yo lo miré y espontáneamente junté las manos y me quedé sorprendido porque yo no era devoto de Sai Baba; me quedé sorprendido y me pregunté, qué estoy haciendo; luego me dije, ahora voy a saber si es un Avatar, porque si es un Avatar, cuando pase al lado mío tengo que sentir algo especial y Él viene caminando y cuando se va acercando a mí, yo voy sintiendo oleadas de energía que empezaban por la planta de mi pie y subían por todo mi cuerpo, una tras otra y cada vez que la oleada pasaba era como si cada átomo mío era como el agua cuando está hirviendo y al explotar las burbujas, tenía la sensación de bienaventuranza. Esa sensación de bienaventuranza la experimentaba en cada parte de mi cuerpo; una más fuerte que otra; era como si fuera en el cuerpo sutil, y luego en otro, y en una oleada me pegó me hizo perder el equilibrio, y cuando caigo al suelo estaba totalmente despierto, pero no podía mover nada, sin embargo, estaba consciente, feliz, tenía una sonrisa y repetía sin parar "eres Dios, eres Dios, eres Dios". Swami terminó el recorrido y luego pasó al lado de todos los que estábamos allí y se fue a la puerta para salir, pero cuando se va, me mira, sonríe, se regresa y me abraza y me da tres besos en el corazón. Los besos en el corazón fueron tan vívidos, que pude sentir su boca, pero me besó la espalda. El chakra del corazón está en la espalda y me besó tan fuerte, que yo sentía que me estaba besando el corazón y allí me desperté.
Ojalá que todos ustedes sientan un beso tan profundo de Swami en el corazón, muy pronto. Vamos a concluir ahora. Espero volver muy pronto porque tengo una deuda para ir a Abejales, a la escuela Sai para ir a visitarlos.
Pregunta:
¿Cómo hago en la zona donde yo vivo para ir a informar a la gente sobre Swami?
Respuesta:
Imagínense si yo hace veinte años en vez de ir a Ecuador a informar a la gente, hubiera buscado dónde pedir permiso. Escuchen. Ustedes encontraron a Dios; no necesitan permiso para compartir con todo el mundo, que encontraron a Dios o el mensaje del Señor. Lo que tienen que hacer, es tener la voluntad de hacerlo y la Organización Sai es un recurso más que tienen para que los ayude para tener los instrumentos para tener una mejor difusión; o sea, tienen que recurrir a la Organización, como un instrumento de ayuda. Primero, hay que tener la voluntad para hacerlo, y eso, ya la tienes. Uno puede hacerlo de mil maneras, como por ejemplo, hablar con un vecino, hablar con un amigo, hasta invitar a los vecinos a pasar una película en su casa o hasta hacer unos folletitos y ponerlos en los negocios, ponerlos en las tiendas naturistas, en los negocios, o en la radio, poner avisos que indiquen, la fecha en que se piensa dictar la charla sobre Sai Baba o poner un aviso en el periódico, propiciar una reunión pública en un teatro, en una sala, una película, invitar a la Organización para que te apoye y te acompañe; que los sevas vengan y te ayuden a acomodar a la gente, o sea, que la Organización Sai es un recurso que debe estar lista para prestarte la ayuda y de la mejor forma posible. Si tú estás capacitado para hablar de Sai Baba, adelante, y si no que alguien de la Organización alguno de los hermanos te apoye. Lo que hay que poner es la voluntad plena, del resto se encarga Sai Baba.
Pregunta:
Los que queremos ir a India, qué podemos hacer para ir?
Respuesta:
En realidad, India, Prashanti Nilayam está en el corazón de cada uno de nosotros. Hoy en la mañana recibí un mensaje de Swami. Primero les quiero decir algo. Vamos a ver, Ukrania está acá? No está. Bueno, les pido que le digan que le envié un fax a Swami y hoy me dijeron que Swami entró a la habitación con el fax en la mano. Así que Swami lo tiene. Hoy en la mañana también nos llegó un comunicado de Goldstein que regresó de estar con Swami y Swami le dijo exactamente "Prashanti no significa Prashanti Nilayam, Prashanti es Swami". Entonces Prashanti Nilayam no es nuestro lugar en India; si nosotros vivimos como Swami quiere, Swami va a estar al lado nuestro todo el día; va a estar viviendo con nosotros y vamos a tener Su Darshan, todo el tiempo; entonces, lo que hay que hacer en realidad, empezar a aplicar en la vida nuestra los principios en todos los aspectos; volvernos mensajeros Sai, volverse realmente Sai, ser seres espirituales como Swami quiere que seamos. De eso se trata todo.
Pregunta:
Sobre política
Respuesta:
Para los que no estuvieron el día de ayer, yo hablé muchísimo sobre este tema y les voy a repetir los mismo. Adentro de los centros Sai no tenemos que hablar de política, de acuerdo? Nosotros respetamos al gobierno de turno en todos los países; los hermanos de Cuba tienen que respetar el gobierno de Fidel Castro; nosotros el de Chávez; los norteamericanos el de Bush; tenemos que respetar el gobierno que representa un país. Como Organización Sai, no hablamos ni a favor ni en contra de ningún movimiento político. Está prohibido totalmente.
Ahora, vamos a repetir un Om y tres Shanti. Espero volver muy pronto a Venezuela, encontrarme este salón lleno de gente como hoy, y encontrarlos a todos ustedes con una sonrisa de oreja a oreja.
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